Gran Canaria se inunda con las lluvias

Que llueva es una buena noticia para una isla como Gran Canaria, soleada la mayoría del año y que suele gozar de unas temperaturas bastante agradables durante todo el año, por algo se la conoce como un continente en miniatura.
Cualquiera que haya disfrutado de Gran Canaria alguna vez en su vida, sabe, más o menos, como es su orografía. Una isla volcánica, más o menos redonda, con unos 50 kilómetros de diámetro que roza los 2.000 metros de altura. Por lo tanto, aunque no es la isla más escarpada, tiene una gran cantidad de barrancos y bastante pendiente, por lo que la llegada del agua al mar es bastante virulenta.

Los problemas

Uno de los problema de Gran Canaria, es la memoria de sus políticos. Parece que solo se acuerdan de los problemas cuando están encima y a pesar de que la historia se repite con frecuencia, no hacen nada para solucionarlos.
El segundo problema es la forma en que se ha construido a lo largo de los años. Cauces de barranco, laderas de montañas... sitios poco adecuados para construir, sobre todo si no se toman las medidas necesarias a la hora de hacerlo.

Los resultados

Efecto directo de estos problemas son las inundaciones que se han producido hoy en la isla, y que se han producido en anterioridad. Autopistas anegadas, túneles intransitables, alcantarillas reventadas, bajos y garajes inundados y poblaciones incomunicadas por desprendimientos.
Además de los problemas que se han producido en las infraestructuras, tenemos los problemas de imagen que ha sufrido la isla. Imágenes de lodo por las calles, cascadas en medio de la ciudad o alcantarillas a modo de géiseres inundan las televisiones de todaEspaña, y presumiblemente de algunas partes de Europa.

Las soluciones

Las soluciones parecen bastante sencillas por lo que resulta absurdo que no se pongan en práctica. En primer lugar habría que darle más importancia a la limpieza periódica de barrancos y saneamiento. La falta de labores de acondicionado de estos espacios ha provocado muchos de los problemas. Se gasta mucho dinero en poner aceras, pero no se invierte en limpiar y mejorar estos servicios. A modo de ejemplo, la parte que siempre se inundaba en el sur de la isla, se mejoró hará unos años y ya no se inunda como lo hacía.
El segundo y más grave problema es la forma de construir que se ha llevado a cabo. Lo que no se puede hacer es construir en los barrancos y simplemente, esperar que el agua no vaya a buscar su cauce natural. Si no se construyen salidas de escape para el agua, cuando llueva con fuerza, va a acabar inundándose en el mejor de los casos, en el peor, va a destrozar las casas, calles o carreteras que estén por su camino.
Soluciones bastante normales pero que por a o por b nunca se llevan a cabo. Ya se sabe que limpiar una alcantarilla no da votos y no es un problema hasta que tienes los pies en el fango. Y con todo, esta vez solo han sido algunos desperfectos materiales, que se van a poder arreglar, pero no siempre se tendrá esta suerte.

Tarta de piña con mousse de limón

Crear un postre delicioso de la nada, no tiene por qué ser una tarea complicada. Si bien es cierto que, como cualquier cosa que hagamos en la cocina, necesitaremos tener paciencia y hacer las cosas bien.
Antes de empezar, para la elaboración de esta tarta vamos a necesitar un horno, un molde redondo con lateral desmontable, si puede ser un robot de cocina manual/eléctrico o batidora con varillas y un bol grande para remover.

La base

Para la parte de bizcocho, vamos a necesitar:
  • 2 rodajas de piña en su jugo (a poder ser de textura blanda y dulce)
  • 90 gramos de mantequilla o margarina
  • 90 gramos de azúcar glasé (impalpable)
  • 1 huevo grande
  • 90 gramos de harina
  • 1 cucharada sopera de zumo de piña (de la lata)
Si somos mañosos, antes de empezar ponemos a precalentar el horno a 180º. Tiene que estar unos 15 minutos, tiempo en teoría de sobra para preparar la masa. Cogemos las dos rodajas de piña, y las troceamos muy finas y las reservamos. En un bol, mezclamos la mantequilla y el azúcar hasta que quede una mezcla esponjosa. Batimos un poco el huevo y lo añadimos a la mezcla anterior sin dejar de batir. A continuación agregamos la harina removiendo con una cuchara. Podemos tamizarla si queremos con un colador (o tamizador). Para finalizar, incorporamos la piña y su zumo intentando mezclar bien para repartir el sabor. Una vez esté todo bien mezclado, untamos el molde con mantequilla y espolvoreamos un poco de harina para que no se peque. Introducimos la masa unos 25 minutos, hasta que estén dorados y vigilando que no suba mucho. En caso de que la masa quede abombada, podemos eliminar esa parte si nos resulta antiestética.

El mousse

Para hacer el mousse:
  • 100 gramos de azúcar glasé
  • Medio litro de nata
  • 3 hojas de gelatina neutra (sin sabor)
  • El zumo de 2 limones y la ralladura de uno
  • 3 claras de huevo
Lo primero de todo es meter las 3 hojas de gelatina neutra en agua fría durante unos 5 minutos hasta que estén reblandecidas. Mientras están en remojo, ponemos el zumo de 2 limones a calentar y metemos la gelatina (escurrida) dentro del zumo al fuego hasta que se disuelva. Una vez disuelto lo quitamos del fuego y reservamos.
Ahora viene la parte tediosa y para la que podemos ayudarnos de un robot manual (un molinillo). Hay que montar las 3 claras a punto de nieve, es decir, que puedas darles la vuelta y ponerlas boca abajo y no se caigan. Una vez montadas las claras, las reservamos y montamos la nata. A la nata añadimos primero la ralladura de limón, una vez mezclado el azúcar glasé y el zumo con gelatina. Una vez hayamos hecho eso, añadimos las claras poco a poco, removiendo con movimientos largos y envolventes, procurando que no se bajen mucho.
Para finalizar, vertemos el mousse de limón sobre el bizcocho de piña y lo metemos en la nevera, al menos unas 2 o 3 horas hasta que esté frío. La tarta aguanta, como mucho, 2 días en la nevera, puesto que tiene huevo y nata sin cocinar.

El coste

Obviamente, dependerá del material que utilicemos, puesto que la nata puede oscilar entre los 1,20 euros de Mercadona, hasta los 3 y 4 euros por medio litro de algunas marcas. Usando productos de marcas blancas, comprar todos los ingredientes no debe superar los 8 euros, y la tarta da para unas 10 raciones generosas, por lo que nos sale a menos de 1 euro por trozo.

Último truco

Si se va mal de tiempo, siempre nos podemos ahorrar el tiempo de hacer la masa, comprando una base en el supermercado, de las que ya vienen hechas. Para que mantenga el sabor a piña, cogemos 3 hojas de gelatina neutra y 100 ml del zumo de la piña, hacemos lo mismo que con el zumo de limón, lo esparcimos por encima de la base de la tarta y guardamos en la nevera para que cuaje.

"Modern Family", la serie que no te puedes perder

Muchos la conocerán ya, pero para los que no la conozcan, no saben lo que se pierden.Estados Unidos es una gran factoría de series, y cada año lanza 60 o 70 propuestas, pocas sobreviven, y Modern Family es una de ellas. Quizá sea por su frescura, por sus guiones, por sus personajes o tal vez sea porque en su conjunto hacen una combinación casi imbatible.
Antes de comenzar a desgranar los entresijos de los personajes, cabe resaltar que si hay una serie en el mundo que debe verse en versión original, seguramente sea esta. Ver esta serie doblada la hacer perder encanto, puesto que uno de sus personajes es latino.

Las familias

Modern Family se basa en la vida de 3 familias, interrelacionadas entre sí. Posiblemente, al principio cuesta un poco entender las relaciones.
La primera familia sería la compuesta por Jay, Gloria y Manny. Jay es un hombre mayor casado en segundas nupcias con una joven y explosiva colombiana, Gloria. Ésta a su vez es madre de Manny, hijo de su primer marido y por lo tanto hijastro de Jay.
La segunda, "los Dunphy", está compuesta por Claire (hija de Jay), que está casada con Phil. A su vez, ellos tienen 3 hijos: Haley, Alex y Luke.
La tercera está compuesta por Mitchell (hijo de Jay), que está unido con Cameron, su esposo y la hija adoptada de ambos, Lily, de solo unos meses.

Las relaciones

Una familia tan grande, y tan extraña, da pie a situaciones de lo más variopintas. Cada personaje tiene un carácter marcado y diferenciado, y eso da pie a malentendidos y confusiones.
Claire, neurótica y controladora, contrasta con su marido Phil, que es bastante complaciente y muy de hacer las cosas a su manera. A pesar de ser la familia más tradicional, forman una pareja muy extraña. Entre los dos, a modo de poli mala, poli bueno, tratan de criar a tres hijos que poco tienen que ver entre si. Haley, guapa y astuta; Álex, empollona e insegura y Luke, un niño muy especial.
Jay es un hombre decidido a disfrutar de su lujosa jubilación con su esposa, que tiene un marcado carácter latino. Impulsiva y decidida a hacer lo que ella quiere. Su hijo Manny, que mentalmente podría tratarse de un hombre de 50 o 60 años, trata de encontrar en Jay un modelo paterno.
Por último está la pareja gay. Cam es muy dramático y alarmista, contrastando con la seriedad de su marido Mitchell, que a la vez peca de una gran inseguridad, seguramente por su escasa relación paterna en el pasado.

El resultado de "Moder family"

La combinación de personajes, relaciones y personalidades de este gran núcleo familiar lleva a situaciones realmente hilarantes. Situaciones muchas veces descabelladas, que te hacen reír sin parar. Los premios la avalan, puesto que en su corta trayectoria ha recibido una veintena de ellos y más que se irán sumando en el futuro.
Muchas de estas divertidas situaciones no van a ser tan patentes en una versión doblada, puesto que el personaje de Gloria, que aporta una gran carga a la serie, es esencial que se muestre tal como es en la versión original. Su acento, su forma de hablar y gesticular son esenciales para su personaje. Es por ello que recomendamos verla en inglés, con subtítulos en español.
Si quieres pasar un buen rato delante del televisor, no dudes en darle una oportunidad aModern Family, te cautivará.

La decadencia del derbi canario de fútbol

Mientras Pedro Rodríguez, tinerfeño, triunfa en el Fútbol Club Barcelona y David Silva, grancanario, lo hace en el Manchester City, siendo ambos campeones del mundo, los dos equipos canarios se encuentran arrastrándose en la división de plata. Casualmente, ni Pedro ni Silva han jugado en el Tenerife ni en Las Palmas respectivamente.
Las Palmas acumula 31 temporadas en la categoría de oro del fútbol español y ha sido subcampeón de Liga y Copa, mientras que el Tenerife ha jugado 13 veces en Primera División, casi todas esas veces en los últimos 25 años.

Dinámica de la temporada actual

Esta temporada comenzó de manera muy dispar. El Tenerife, recién descendido, buscaba volver a Primera División, creando para ello un equipo a base de talonario. Por su parte, Las Palmas, tras un infructuoso proyecto de ascenso la campaña anterior, decidió hacer majo y limpio y confiar plenamente en la cantera para buscar la permanencia.
En cambio, todo comenzó al revés. Las Palmas, con su proyecto de cantera, estuvo la mayor parte de la primera vuelta en puestos de ascenso, siendo el equipo revelación y llamando la atención por su juego vistoso y sin tapujos. Por su parte el Tenerife no solo comenzó en descenso, sino que prácticamente no ha abandonado el farolillo rojo desde entonces, a pesar del fuerte desembolso económico.
El caso es que, a las puertas del clásico canario, que cerrará la primera vuelta, Las Palmas se ha desinflado sin remedio y está al borde del descenso y el Tenerife es colista. Dos proyectos diferentes, dos formas de ver el fútbol, pero el mismo resultado. Y visto lo visto, no es de extrañar porque aunque Canarias ha dado grandes futbolistas en los últimos 20 años, como Valerón, David Silva o Pedro, ninguno de ellos ha triunfado, incluso jugado, en los máximos exponentes del fútbol canario. Nadie es profeta en su tierra, dice el refrán.

La historia que se repite

Históricamente, Las Palmas se ha caracterizado por tener una buena cantera, teniendo entre 6 y 7 jugadores grancanarios cada año, aunque temporadas como en la que estamos tenga hasta quince jugadores. A pesar de ello, no podríamos decir a ningún jugador que haya explotado futbolísticamente en el club canario en los últimos diez años. Valerón, que jugara en Las Palmas en los 90, es el caso más reciente. Jugadores como Rubén Castro, Momo o Nauzet Alemán, prometieron mucho pero no han llegado a triunfar propiamente dicho. Quizá Aythami, actual defensa en el Deportivo de La Coruña, puede decirse que es el canterano que más está triunfando ahora mismo.
El Tenerife, por su parte, siempre ha sido más partidario de fichar a estrellas. Ilustres como Kodro, Pizzi o Redondo han jugado en el equipo blanquiazul. Incluso en el apartado técnico, se han caracterizado por grandes entrenadores, como Clemente, Valdano o Rafa Benítez. A pesar de su escaso interés por la cantera, ha sacado a jugadores como Vitolo, ahora en la liga griega o a Pier, ya retirado, que han hecho buenas carreras, pero tampoco espectaculares.

El resultado será crucial para ambos

Con todo lo expuesto, ambos llegan muy mal al derbi. Las Palmas, decimoséptima, lo hace con un bagaje de 1 punto de 18 posibles. El Tenerife, colista, lo hace con 2 sobre 15. Los dos equipos necesitan imperiosamente la victoria, y el que salga perdiendo, va a quedar muy tocado. Aunque todos los clásicos son más que 3 puntos los que hay en juego, parece que el de este año, este tópico se cumple más todavía. El honor está en liza.
Pase lo que pase en el partido, tras lo dicho, queda un largo camino por recorrer. El hecho que casi ningún jugador canario haya logrado triunfar en su tierra plantea muchas cuestiones. ¿Se cuida a la cantera? ¿Se la valora? ¿Se han puesto los medios necesarios para su formación? Las respuestas parece obvias, pero esperemos por el bien del futuro del fútbol canario que se corrija esta situación lo antes posible, para poder disfrutar de un buen espectáculo lleno de futbolistas canarios.