Tarta de piña con mousse de limón

Crear un postre delicioso de la nada, no tiene por qué ser una tarea complicada. Si bien es cierto que, como cualquier cosa que hagamos en la cocina, necesitaremos tener paciencia y hacer las cosas bien.
Antes de empezar, para la elaboración de esta tarta vamos a necesitar un horno, un molde redondo con lateral desmontable, si puede ser un robot de cocina manual/eléctrico o batidora con varillas y un bol grande para remover.

La base

Para la parte de bizcocho, vamos a necesitar:
  • 2 rodajas de piña en su jugo (a poder ser de textura blanda y dulce)
  • 90 gramos de mantequilla o margarina
  • 90 gramos de azúcar glasé (impalpable)
  • 1 huevo grande
  • 90 gramos de harina
  • 1 cucharada sopera de zumo de piña (de la lata)
Si somos mañosos, antes de empezar ponemos a precalentar el horno a 180º. Tiene que estar unos 15 minutos, tiempo en teoría de sobra para preparar la masa. Cogemos las dos rodajas de piña, y las troceamos muy finas y las reservamos. En un bol, mezclamos la mantequilla y el azúcar hasta que quede una mezcla esponjosa. Batimos un poco el huevo y lo añadimos a la mezcla anterior sin dejar de batir. A continuación agregamos la harina removiendo con una cuchara. Podemos tamizarla si queremos con un colador (o tamizador). Para finalizar, incorporamos la piña y su zumo intentando mezclar bien para repartir el sabor. Una vez esté todo bien mezclado, untamos el molde con mantequilla y espolvoreamos un poco de harina para que no se peque. Introducimos la masa unos 25 minutos, hasta que estén dorados y vigilando que no suba mucho. En caso de que la masa quede abombada, podemos eliminar esa parte si nos resulta antiestética.

El mousse

Para hacer el mousse:
  • 100 gramos de azúcar glasé
  • Medio litro de nata
  • 3 hojas de gelatina neutra (sin sabor)
  • El zumo de 2 limones y la ralladura de uno
  • 3 claras de huevo
Lo primero de todo es meter las 3 hojas de gelatina neutra en agua fría durante unos 5 minutos hasta que estén reblandecidas. Mientras están en remojo, ponemos el zumo de 2 limones a calentar y metemos la gelatina (escurrida) dentro del zumo al fuego hasta que se disuelva. Una vez disuelto lo quitamos del fuego y reservamos.
Ahora viene la parte tediosa y para la que podemos ayudarnos de un robot manual (un molinillo). Hay que montar las 3 claras a punto de nieve, es decir, que puedas darles la vuelta y ponerlas boca abajo y no se caigan. Una vez montadas las claras, las reservamos y montamos la nata. A la nata añadimos primero la ralladura de limón, una vez mezclado el azúcar glasé y el zumo con gelatina. Una vez hayamos hecho eso, añadimos las claras poco a poco, removiendo con movimientos largos y envolventes, procurando que no se bajen mucho.
Para finalizar, vertemos el mousse de limón sobre el bizcocho de piña y lo metemos en la nevera, al menos unas 2 o 3 horas hasta que esté frío. La tarta aguanta, como mucho, 2 días en la nevera, puesto que tiene huevo y nata sin cocinar.

El coste

Obviamente, dependerá del material que utilicemos, puesto que la nata puede oscilar entre los 1,20 euros de Mercadona, hasta los 3 y 4 euros por medio litro de algunas marcas. Usando productos de marcas blancas, comprar todos los ingredientes no debe superar los 8 euros, y la tarta da para unas 10 raciones generosas, por lo que nos sale a menos de 1 euro por trozo.

Último truco

Si se va mal de tiempo, siempre nos podemos ahorrar el tiempo de hacer la masa, comprando una base en el supermercado, de las que ya vienen hechas. Para que mantenga el sabor a piña, cogemos 3 hojas de gelatina neutra y 100 ml del zumo de la piña, hacemos lo mismo que con el zumo de limón, lo esparcimos por encima de la base de la tarta y guardamos en la nevera para que cuaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario