Para qué sirve la trimebutina: efectos, dosis e indicaciones

La trimebutina es un fármaco alcaloide opiáceo y sintético, que actúa con un efecto regulador de la motilidad gastrointestinal, revirtiendo sus efectos sobre el grado de estrés que esta produce.
Los medicamentos opiáceos u opioides - también conocidos como narcóticos -, son los que imitan la función de una sustancia llamada endorfina, producida por el organismo para controlar el dolor.
La motilidad gastrointestinal es la acción que hace que el alimento sea desplazado desde la boca hasta que se desecha parte de aquel, por lo que es un proceso que interviene en la digestión y absorción del alimento en el intestino.
La trimebutina se utiliza para tratar dolores abdominales y trastornos gástricos e intestinales, como el de colon irritable.

Indicaciones y dosis de la trimebutina

La presentación de la trimebutina es por vía oral en cápsulas, o como suspensión se puede administrar por vía parenteral (intravenosa o intramuscular) o en supositorio por vía rectal.
En cuanto a las dosis, son las indicadas, pero hay recomendaciones: tanto en la usada para los espasmos del píloro o en los síntomas de gastritis relacionados con la úlcera gastrointestinal, como en la usada para el tratamiento del colon irritable, se recomiendan dosis iniciales diarias de 300 a 400 mg, que se deben tomar dos veces por dia, hasta que logrado el alivio, la dosis se puede reducir a 200 mg diarios. En el primer caso de los mencionados y al inicio del tratamiento, se puede administrar por vía parenteral una dosis recomendada de 50 mg, asociada a la que se está suministrando por vía oral.
En cuanto a los niños, la dosis es la indicada por rango etario; en general se recomiendan dosis diarias de hasta 48 mg (los niños mayores desde 3 a 5 años), disminuyendo hasta 12 mg como máximo, según la edad menor de 3 años que tengan, suministrados de a 2 o 3 veces por día.

Precauciones y contraindicaciones de la trimebutina

En la consulta con el médico, se debe avisar si se es alérgico a la trimebutina o a cualquier otro medicamento que se haya consumido o que se esté tomando en ese momento. Asimismo se debe informar sobre si se están tomando complementos o suplementos nutricionales o dietarios, vitaminas y productos herbarios medicinales.
Es importante ser precavidos con pacientes tratados con medicamentosantihipertensivos, por la eventual posibilidad de que la trimebutina interactúe con aquellos provocando hipotensión (baja de la presión).
Respecto del embarazo, se debe avisar al médico sobre cualquier estado del mismo, ya que no es recomendable su ingesta durante este período. Durante la lactancia podría afectar al lactante, por lo que resulta fundamental regular la dosis con el médico tratante, por los efectos adversos que podría generar este medicamento. Además el fármaco tiene un efecto inhibidor de la lactancia.

Efectos secundarios adversos de la trimebutina

La trimebutina tiene un buen grado de tolerancia, por lo que son escasos los efectos secundarios. Por ejemplo, por vía parenteral, ha provocado en alguna oportunidad hipotensión y se han detectados síntomas de alergia en la piel, como dermatitis o urticaria. Otros efectos secundarios que tiene la trimebutina son: retención de orina, sequedad de boca, diarrea, somnolencia, dolores estomacales, náuseas, sordera leve, dolor de senos (mastodinia), mareos y constipación. Estos efectos adversos han sido reportados en un porcentaje que no alcanza al 3,5 % de los pacientes.

Consulta al médico

El presente artículo es ilustrativo y de información general accesible, por lo que no reemplaza la consulta al médico. En caso de dudas se debe acudir en consulta con el profesional médico de confianza.

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Cómo perder 10 libras en una semana

La "sopa milagrosa" es una receta creada en 1988 por el Hospital de Loma Linda (Estados Unidos). Inicialmente fue diseñada para aquellas personas con enfermedades cardíacas y con exceso de peso, que necesitaban perder kilos antes de someterse a una operación. Sin embargo, en la actualidad es la base de una dieta que se ha popularizado entre muchas personas que la utilizan para rebajar peso de la manera más rápida y segura posible.
Esta dieta promete hacer bajar entre 10 y 17 libras (7-8 kilos) en una semana. Durante este plan de 7 días no sólo limpiarás tu sistema de impurezas, sino que tendrás una sensación de bienestar y energía que nunca pensaste fuera posible.
La dieta se basa en el consumo de vegetales, frutas, carne y la sopa. Aporta sólo 700calorías, bastante poco si se tiene en cuenta que las calorías diarias recomendadas para un adulto son alrededor de 2.000.

Cuanta más sopa tomas, más adelgazas

La "sopa milagrosa" está preparada a base de vegetales. Entre estos el repollo, ingrediente que no sólo produce sensación de saciedad cada vez se toma la sopa, sino que además ayuda a acelerar el metabolismo.
Por lo general, la fuente de energía natural del cuerpo son los azúcares, los cuales se extraen de la descomposición de los hidratos de carbono. Con esta dieta, al no consumir harinas, grasas ni azúcares, obligamos a el cuerpo a acelerar el metabolismo y a utilizar las reservas energéticas en forma de grasa para conseguir el aporte energético necesario.
Al acelerarse el metabolismo se requiere un mayor número de calorías. De ahí que, cuanta más sopa se toma, más calorías el cuerpo quema y más peso se pierde.

Seguir la dieta de forma segura

Es necesario destacar que esta dieta es ideal para una emergencia u ocasión especial en que se necesite perder varios kilos rápidamente, pero no es recomendable seguirla por un tiempo prolongado, debido a que no aporta los nutrientes necesarios para mantener el organismo en óptima condición.
Sin embargo, si deseas bajar más de peso, lo que puedes hacer es seguir la dieta durante unos días, luego dejar descansar el organismo por algunas semanas, tratando de no consumir muchas grasas, azúcares y harinas, y luego repetirla.

Dieta diaria

  • Primer día: Consume cualquier tipo de fruta, excepto banana. Sin embargo, si te encanta el melón o la sandía, este día es perfecto para ti. Estas dos frutas no sólo son bajas en calorías, sino que te ayudarán a rebajar hasta tres libras durante tu primer día.
  • Segundo día: Puedes comer todo tipo de vegetales frescos, crudos o cocidos, según sea tu preferencia, pero evitando consumir frijoles, guisantes verdes o maíz. Si lo deseas, puedes cocinar una papa pequeña con mantequilla y no te olvides de beber abundante agua: se recomienda entre 6 y 8 vasos diarios.
  • Tercer día: Come sólo frutas y vegetales, exceptuando papa y banana.
  • Cuarto día: Durante el transcurso de este día deberás ingerir 8 bananas y 6 vasos de leche descremada; esto ayudará a disminuir cualquier antojo de dulces.
  • Quinto día: Carne y tomates. Consume entre 10 y 12 onzas de carne y alrededor de 10 tomates. Toma 6 vasos de agua como mínimo.
  • Sexto día: Carne y vegetales verdes. Procura alimentarte de carne magra; es decir, que tenga poca cantidad de grasa visible.
  • Séptimo día: Arroz integral y jugos naturales de frutas o vegetales sin endulzar.

Receta de la "sopa milagrosa"

Además de lo mencionado, puedes tomar la cantidad de sopa que desees a diario, cada vez que sientas hambre, ya que no añade apenas calorías.
Ingredientes:
  • 3 cebollas blancas.
  • 1 pimiento verde.
  • 1 tomate.
  • 1 cabeza de repollo.
  • 1 manojo de apio.
  • 2 zanahorias.
  • Cubitos de caldo.
  • Sal al gusto.
Preparación:
Corta los vegetales en trozos pequeños. Colócalos en una olla y cúbrelos con suficiente agua. Sazona la sopa con los cubitos de caldo y sal al gusto. Hierve durante 10 minutos o hasta que los vegetales estén suaves.
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Receta de tarta de trufa y nata

Hacer una tarta de trufa y nata es un modo elegante de crear un postre de pastelería en casa y a un precio mucho más económico. No solo es fácil de hacer sino que es una auténtica delicia.
Para los que hayan hecho postres, saben que la trufa se puede hacer de mil maneras diferentes. Aunque todas llevan nata, se puede usar tanto polvos de cacao y azúcar glasé como de chocolate derretido y azúcar blanca. Para la elaboración de esta tarta se usará la segunda opción para que quede un sabor más intenso.
Como siempre, antes de ponernos a trabajar es conveniente leer la totalidad de la receta para elegir las posibles opciones.

Lo que se va a necesitar en la preparación de la tarta

En cuanto a ingredientes, se va a necesitar: dos bases de tarta redondas, un litro de nata, 20-50gr de azúcar glasé, 20-50gr de azúcar blanca, 100-250gr de chocolate negro. Opcional: mermelada de fresa, frambuesa o similar.
Además, como utensilios, se habrá de tener un caldero y recipiente para hacer baño maría, batidora eléctrica con varillas de montar y una manga pastelera o jeringa pastelera.

La base del pastel de trufa y nata

En primer lugar, cortamos el chocolate y lo fundimos al baño María. La cantidad de chocolate a utilizar va a variar en función de la intensidad que queramos. Para la tarta de la foto, se ha utilizado 250 gramos y como se ve ha quedado de un sabor muy intenso. Una vez el chocolate esté disuelto añadimos el azúcar blanca, también según la queramos más o menos dulce y medio litro de nata. Removemos bien hasta que estén todos los ingredientes mezclados y el azúcar diluido y guardamos en la nevera entre tres o cuatro horas, hasta que esté suficientemente fría para poder montarse.
Mientras tanto, y esta parte es totalmente opcional, se puede poner unas cucharadas demermelada de fresa, se ponen en un calentador con un poco de agua y se crea una especia de almíbar de fresa. Una vez el almíbar esté hecho, lo esparcimos con una espátula sobre las bases de tarta, para que se empapen y no se queden secas. Esta operación es opcional y puede hacerse con agua de azahar, de vainilla… Al gusto del consumidor.

La decoración de la tarta

Una vez que tengamos la trufa totalmente fría, procedemos a montarla con las varillas. En unos instantes adquirirá una consistencia adecuada para trabajar con ella. Aprovechamos también y montamos la nata con el azúcar glasé. La cantidad de azúcar, como siempre, al gusto, pero entre 20 y 50 gramos está bien. Se puede ir probando hasta que alcance el dulzor que queramos.
Para rellenar la tarta lo podemos hacer si queremos con una cuchara hasta que quede una capa gruesa. El relleno puede ser de trufa, de nata o de trufa y nata. Para que quede bonita, podemos rellenarla de los dos sabores, por ejemplo a mitad o si tenemos paciencia, se puede hacer con la manga pastelera, intercalando nata y trufa.
Para el exterior de la tarta, haremos lo mismo. El exterior de la tarta, para que no se vea la base, se cubre con nata o trufa montada. En este caso, lo mejor es elegir una de las dos, para que no se entremezclen. La parte superior la decoramos al gusto con la nata y trufa sobrante, según nos apetezca. Metemos en la nevera hasta que se vaya a consumir, dentro de los dos días siguientes a su realización para que no siente mal.
Como se ve una tarta muy sencilla de hacer y que será del gusto de todos los amantes de la nata y el chocolate. Ideal para merendar con una bebida caliente.

Receta de pasta con salchichas y espinacas

La pasta es una de esas comidas que deja campo abierto a la imaginación. Cocer pasta es una de las cosas más sencillas que existen y además tiene un sabor neutro que permite combinarlo con multitud de alimentos como carne, pollo, pescado o verduras.
En esta ocasión se va a preparar una receta de pasta con verduras, salchichas y algo de salsa para que no quede muy seca. La elección del tipo de pasta es, como siempre, al gusto. Hay gente a la que le gustan los espaguetis, a otros los macarrones, espirales de espinacas, pasta tricolor... hay una gran variedad y cualquiera que se elija será la acertada. Incluso se puede usar pasta de huevo o fresca, aunque la forma de cocinar la fresca varía sustancialmente y debe seguirse las instrucciones del envase.

Los ingredientes

Para 4 personas usaremos 500 gramos de pasta de sémola (espaguetis, macarrones, al gusto), 2 cebollas, 1 zanahoria grande, medio pimiento rojo, unos 300 gramos de espinacas cortadas, champiñones de lata o frescos, y salsa curry-kétchup.
Dependiendo de los platos, con 500 gramos de pasta comen más de cuatro personas, sobre todo si se toma un primer plato. En cuanto a la salsa curry-kétchup, suele encontrarse en la zona de productos alemanes de los supermercados, pero puede elaborarse de forma aproximada con kétchup normal, curry en polvo y azúcar.

Preparando la pasta

Hervir la pasta se puede hacer en cualquier momento, dependiendo de la disponibilidad
de fuegos que tengamos. Para hervir la pasta solo hace falta agua, sal y si queremos una hoja de laurel. No es recomendable incorporar aceite cuando se hierve, pero cada uno tiene sus costumbres. El tiempo de cocción dependerá del tipo de pasta y suele venir indicado en el propio paquete.
Una vez la pasta ha sido hervida y escurrida, si no se va a consumir al instante, se le puede incorporar un poco de aceite de oliva o mantequilla, para evitar que se peguen los unos a los otros a medida que se enfríen.

Haciendo la salsa

Para hacer la salsa, lo primer es pelar las cebollas y poner un caldero plano alto a calentar. Si es de tipo AMC se pone al fuego sin aceite hasta que esté caliente, si no se pone un poco de aceite en el fondo a fuego medio. Se pican las cebollas, quitando la capa dura exterior, y se dejan a fuego medio unos 2 o 3 minutos. A continuación añadimos los pimientos, también picados. La forma de picar las cebollas y pimientos es al gusto.
Mientras se van haciendo las cebollas con los pimientos, picamos la zanahoria en rodajas de 1 centímetro de grosor y cada rodaja en cuatro. Las incorporamos la cebolla y mantenemos 2 o 3 minutos más a fuego medio. Si los champiñones son frescos, los añadimos a continuación, lavados y cortados en rodajas. En caso de ser de lata, los incorporaremos tras las espinacas.
Las espinacas nos la podemos encontrar en el lineal en ramillete o ya cortadas y lavadas. Si se compran ya cortadas y lavadas, se van incorporando a la mezcla anterior. La recomendación es hacerlo poco a poco, puesto que 300 gramos de espinacas en crudo abultan mucho y se corre el peligro que se caigan del caldero. Si las espinacas se compran en ramillete, habrá que cortarles la parte inferior, limpiarlas, lavarlas y cortarlas horizontalmente, unos dos dedos de grosor.

Finalizando la salsa

Una vez estén las espinacas reducidas de volumen y de color verde oscuro, añadimos unos 50ml de curry-kétchup. Aproximadamente son 5 cucharadas soperas. Se puede añadir más salsa si la queremos más densa, pero el sabor será más fuerte.
En caso de no tener curry-kétchup, se cogen 5 cucharadas de kétchup, media cucharadita de curry en polvo y media de azúcar y se calienta aparte, para que el azúcar se integre bien. Se revuelve bien y se añade a la mezcla de espinacas.
Finalmente, se cortan las salchichas en ruedas o picadas a modo de carne de hamburguesa, según se quiera. Como las salchichas vienen ya cocinadas, solo es necesario que se integren bien en la salsa y cojan temperatura, unos 2 o 3 minutos más a fuego medio. Se rectifica al gusto con sal y pimienta. Una vez realizado esto ya se puede comer.
El resultado es una salsa un poco picante y a la vez con un toque dulzón de fondo. Una mezcla muy interesante y diferente.